En el corazón de la institución diplomática más prestigiosa del mundo, la Misión Permanente del Reino de Marruecos ante las Naciones Unidas en Nueva York ha sido completamente renovada y reinventada bajo la dirección experta de Ardecor International. Esta metamorfosis arquitectónica y artística ilustra la voluntad del Reino de afirmar su identidad cultural, destacando al mismo tiempo la excelencia de su artesanía tradicional en un entorno donde la modernidad y la herencia dialogan con elegancia.
La intervención de Ardecor International va mucho más allá de una simple renovación. Se trata de una reinterpretación meticulosa de los espacios, concebida para expresar en volúmenes, texturas y colores la riqueza milenaria del patrimonio marroquí. Cada elemento del proyecto busca un equilibrio entre autenticidad e innovación, donde las técnicas artesanales ancestrales se exaltan mediante un dominio técnico contemporáneo.
Las superficies revestidas con zellige son el alma vibrante del conjunto. Estas baldosas de cerámica, moldeadas a mano en talleres marroquíes, han sido seleccionadas según paletas cromáticas precisas que mezclan tonos profundos con matices delicados. La colocación, ejecutada con precisión milimétrica, respeta los códigos geométricos clásicos e integra sutiles variaciones que otorgan dinamismo y modernidad a los muros. Este mosaico cerámico se convierte en una verdadera obra viva, reflejo de una artesanía excepcional.
Los revestimientos de mármol y piedra natural, procedentes de canteras tanto marroquíes como internacionales, cubren suelos, columnas y marcos con majestuosa sobriedad. Cada pieza ha sido cortada, pulida y colocada con extremo cuidado para asegurar una continuidad visual perfecta y máxima resistencia. Los acabados, realizados a mano, realzan las vetas y matices naturales, creando un diálogo armonioso entre los materiales nobles y las estructuras arquitectónicas.
La carpintería en cedro rojo del Medio Atlas aporta una calidez incomparable a los espacios diplomáticos. Nuestros artesanos han desplegado todo su talento para esculpir a mano motivos tradicionales de gran finura y profundidad que adornan techos artesonados, paneles murales y puertas monumentales. Este dominio de la madera confiere al lugar una atmósfera solemne y acogedora, donde cada detalle lleva un significado y una historia.
El damasquinado —técnica ancestral de incrustar hilos de oro y plata en soportes metálicos— ha sido aplicado a elementos decorativos específicos como manillas, marcos y luminarias. Este acabado raro y delicado, realizado por maestros artesanos, otorga una dimensión lujosa y simbólica a los espacios, sublimando el conjunto con sutiles y refinados juegos de luz.
Este proyecto excepcional requirió una coordinación ejemplar entre equipos de artesanos, oficinas de estudio, arquitectos y proveedores internacionales. La complejidad técnica —debida a la conservación de materiales nobles en un entorno urbano exigente y al cumplimiento de estándares diplomáticos de seguridad y confidencialidad— fue gestionada con máxima rigurosidad.
La integración de tecnologías modernas, como sistemas de climatización de alto rendimiento y una iluminación LED programable, ha sido diseñada para realzar los espacios garantizando al mismo tiempo confort, durabilidad y eficiencia energética.
A través de este proyecto, Ardecor International dota a la sede de Marruecos ante las Naciones Unidas de una nueva identidad, donde cada elemento crea un puente entre pasado y futuro. Más que un lugar de representación, esta sede se convierte en un verdadero embajador cultural, símbolo tangible de la riqueza y la sofisticación del Reino de Marruecos en la escena internacional.